Los capitalinos estamos con la lumbre en los aparejos
Periodismo Libre ofrece una disculpa a sus visitantes, por el alud de noticias negativas. Han sido publicadas no para satisfacer morbos, sino porque constituyen un reflejo fiel de cómo está el país.
La crisis de inseguridad golpea, nuevamente, a la Ciudad de México, lo que es muy significativo, porque aquí están concentrados los altos mandos militares y de la policía federal, y aquí opera la policía preventiva local más numerosa.
Eso no ha impedido, sin embargo, que traten de rescatar a sangre y fuego, a un probable sicario, en pleno centro de la capital del país. O que envíen a la terminal ferroviaria de Pantaco, enclavada en la Delegación de Azcapotzalco, varios cuerpos desmembrados.
Es cierto que en el Distrito Federal no se ha llegado a los niveles de violencia que agobian a estados como Jalisco y Tamaulipas, pero el atrevimiento de los grupos criminales va en ascenso. Por eso decimos que los capitalinos estamos con la lumbre en los aparejos.
Lo preocupante es que todavía no se tiene una estrategia efectiva para reducir y nulificar a los distintos cárteles. ¿Qué seguirá? Por lógica, más violencia, incluso en la antigua Ciudad de los Palacios.