México, entre dos fuegos

04.10.2014 20:08

Por: Jorge Santa Cruz.

 

En mi artículo anterior, titulado El sí a estudiantes del IPN tiene truco señalé que este movimiento ha sido aprovechado a modo, por el actual gobierno neoliberal, para presentar una cara amable, luego del endurecimiento de su política económica y de los magros avances en materia de seguridad pública.
 
Los mexicanos vemos -y padecemos- cómo se cierran los controles, mediante la vigilancia del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la "bancarización" de las operaciones económicas y financieras. Los bancos son los mejores "soplones" del SAT. También, hay que decirlo, el Buró de Crédito.
 
Pobreza, desempleo, infiltración del narco en la política, y tragedias como las de Tlatlaya y Ayotzinapa, tienen al país casi postrado.
 
Pero México enfrenta otro peligro serio: el de la guerrilla. La izquierda violenta está al asecho. Sabe que puede capitalizar el descontento generado por el modelo totalitario neoliberal. Y permanece agazapada.
 
En Oaxaca está, por el momento, su principal base de operaciones. Pero sus tentáculos alcanzan entidades como Chiapas, Guerrero y Michoacán. 
 
La guerrilla tiene dos brazos visibles: el Frente Único de Lucha Social (Fulus) y el Ejército Popular Revolucionario (EPR). Ambas organizaciones comparten planteamientos "revolucionarios" con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), misma que mantiene un plantón en el costado poniente del Monumento a la Revolución, de la Ciudad de México.
Esa ideología, por supuesto, es la comunista. Las fotos anexas así lo prueban.
 
Por eso, afirmamos que México está entre dos fuegos. El peligro es real. Lo siguiente, fue leído por un vocero de la delegación politécnica que se reunió, afuera de Gobernación, con el secretario Osorio Chong, el pasado 3 de octubre:
Los miembros de la Asamblea General Politécnica del Instituto Politécnico Nacional, ante los hechos ocurridos en el municipio de Iguala, Guerrero, del día viernes 26 de septiembre del presente año, nos pronunciamos en contra de la represión de la que fueron objeto nuestros compañeros de la Normal Rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, miembros de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, durante la cual murieron seis personas, tres de ellos de dicha normal, además resultaron otras 20 personas heridas, y recordemos que 43 siguen desaparecidos.
 
Estamos, como nación, entre dos tipos de subversión:  la neoliberal y la comunista. Cerrar los ojos ante esa realidad sería inútil, y hasta contraproducente.
 
Un choque entra ambas fuerzas enlutaría a la nación y arrasaría con sus recursos, para beneplácito de Estados Unidos, que con el pretexto de garantizar su seguridad interna, podría intervenir militarmente, aquí, y controlar totalmente el otro recurso natural de nuestro país que envidia, por el momento: el agua. La historia dirá.