México es el país del cinismo

10.02.2015 12:57

Los subversivos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), provenientes de Oaxaca, consiguieron, otra vez, desquiciar a la Ciudad de México, perjudicando a cientos de miles de peatones y automovilistas.

Los presuntos "maestros" vinieron acá para exigir que se revoque la Reforma Educativa y que el gobierno de Gabino Cué vuelva a pagar sus salarios, en lugar de la Secretaría de Educación Pública.

Haciendo gala de cinismo, los "mentores" oaxaqueños vinieron a reclamar salarios, cuando lo que menos hacen es trabajar. Y, cuando se paran frente a sus respectivos grupos, lo hacen para adoctrinar a los menores en el marxismo-leninismo, o en el maoísmo, es decir, en la lucha de clases.

El cinismo de la CNTE es el mismo de los senadores y diputados que, como el panista Ernesto Cordero, faltan a las sesiones, para irse al Súper Tazón.

O el de políticos como Marcelo Ebrard, que se deslinda de las fallas en la Línea 12 del Metro porque -según él- nada tuvo que ver con ellas, cuando fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal y autorizó el proyecto.

O el del actual secretario de Gobierno del Distrito Federal, Héctor Serrano, quien advierte -ante los medios de comunicación- que procederá a desalojar a los manifestantes de la CNTE y luego, doblar las manos, a la hora de actuar.

O el de ex gobernadores como el de Oaxaca, Alejandro Murat, que dicen utilizar aviones privados, con valor de un millón de dólares, porque se los prestan sus amigos,

O el de los dueños de casas, que ordenan a sus subordinados que los investiguen, partiendo de la afirmación de que "son inocentes".

O el de "personas honorables" y poderosas, que depositan fortunas en un banco suizo, vinculado a HSBC, para no pagar impustos al fisco mexicano.

Cinismo, cinismo y más cinismo. Eso es lo que predomina en México.