Netanyahu, manda
Lo que ocurrió este martes 3 de marzo, en Washington, es suficiente para convencer a los más escépticos, de que quien manda en Estados Unidos, es el primer ministro de Israel, Benajamín Netanyahu.
Quedó claro, también, de que gran parte de la casta gobernante de EU dista mucho de conducirse con verdadero patriotismo. Pero vamos por partes:
1. El gobernante judío hizo a un lado al presidente Barack Obama, y pactó el contenido de su discurso, con los republicanos. A pesar de eso -o quizá por eso- fue recibido entre inéditos vítores y aplausos. Netanyahu faltó al Poder Ejecutivo Federal de los Estados Unidos, con la complacencia y complicidad de la oposición.
2. Lo acontecido en el Congreso norteamericano comprueba, además, que la mayoría de los legisladores estadounidenses tiene su corazón más enTel Aviv, que en Washington.
3. La arrogancia de Netanyahu no es gratuita. Detrás de ella, bulle el tremendo poder financiero del lobbie que manipula a los republicanos y a los demócratas, con su fantástico poder económico, financiero y político.
4. El desaire del primer ministro israelí al actual gobierno demócrata, y el entreguismo vergonzoso de los republicanos, permite anticipar cuál de esos dos partidos ganará las elecciones presidenciales del 2018, en Estados Unidos.
5. El gobernante judío utilizó el doble lenguaje que le caracteriza: lastimero, por un lado, y belicista, por el otro. Su mansa concurrencia aplaudió el primero, y soslayó, el segundo. En la parte medular de su alocución, dijo:
Les puedo garantizar que los días en que los judíos permanecían pasivos ante enemigos genocidas, esos días se han terminado.
Por primera vez en 100 generaciones, los judíos podemos defendernos por nosotros mismos.
El 3 de octubre de 2001, una radiodifusora israelí, la Kol Israel, difundió una charla entre dos prominentes políticos locales: el primer ministro, Ariel Sharon, y Shimon Peres.Peres le preguntó a Sharon si no temía que Estados Unidos le pudieran retirar el apoyo a Israel, si éste continuaba con los ataques a los palestinos, en territorios ocupados. La respuesta de Sharon fue la siguiente: “Cada vez que hacemos algo, me dices que América hará esto o lo otro. Quiero decirte algo muy claro: No te preocupes por la presión norteamericana sobre Israel. Nosotros, el pueblo judío, controlamos América, y los americanos lo saben.”