Provocan el caos para, luego, imponer medidas dictatoriales
17.03.2016 16:07
La experiencia nos ha enseñado que el Poder provoca el caos para, luego, controlar cada vez más a la población.

Demos algunos ejemplos:
Argumento 1: Los mexicanos consumen demasiada gasolina y por ende, provocan problemas de contaminación.
Consecuencia: Encarecer los precios de los combustibles y de aplicarles un "impuesto ecológico". Beneficiaria: la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Argumento 2: La delincuencia organizada utiliza la telefonía fija y móvil para cometer toda clase de fechorías.
Consecuencia: Autorizar la intervención de líneas telefónicas, en detrimento de la vida privada. Beneficiaria: Procuraduría General de la República.
Argumento 3: La delincuencia organizada utiliza el efectivo para lavar dinero.
Consecuencia: Nadie puede comprar o vender un inmueble mediante efectivo. La transacción debe pasar por los circuitos bancarios. Beneficiario: Servicio de Administración Tributaria.
Argumento 4: Los "franeleros" son perjudiciales para la convivencia social (lo cual tiene mucho de cierto).
Consecuencia: privatización del servicio de parquímetros.
Argumento 5: la corrupción de los antiguos operadores de las grúas de tránsito.
Consecuencia: la privatización de las grúas de tránsito, que fueron entregadas a elementos igual de abusivos.
Argumento 6: la insuficiencia de las vías primarias de la Ciudad de México.
Consecuencia: la privatización de los segundos pisos, en beneficio de las grandes empresas, cuya honorabilidad ha quedado entre dicho.
Argumento 7: el uso irracional del automóvil es la causa de la emergencia ambiental (lo que en parte, también es verdad).
Consecuencias inminentes: el encarecimiento de la verificación vehicular y la restricción en el uso de los automóviles. Dicho de otro manera: un impuesto a la respiración. Antonio López de Santa Anna podría firmar gozoso este tipo de medidas.
Lo que deberían de hacer en el caso de la contaminación ambiental del Valle de México:
1. Restaurar el equilibrio ecológico, mediante el rescate de los ríos sucios y entubados.
2. Evitar la construcción de más "desarrollos inmobiliarios" a costa de deforestar a la Ciudad de México.
3. La reforestación absoluta de los pulmones verdes de la capital.
4. La restauración de todos los parques y jardines (como lo hizo el regente Ernesto P. Uruchurtu, en su momento).
Sin embargo, dejamos a usted, amigo lector, la mejor opinión.