Reactivemos el mercado interno

22.07.2015 12:18

Debemos mencionar los niveles de deuda, ya que tan sólo los Requerimientos Financieros del Sector Público representan el 41.8%, cuando antes, en 2013, representaban el 39%. Si a esto le sumamos los pasivos ­laborales y pensiones, el nivel se eleva a más del 100%; lo cual obliga a tomar medidas para evitar episodios de crisis.

Por otra parte, debemos cuidar el nivel del gasto, ya que a pesar del recorte anunciado para 2015 y después 2016, entre enero y mayo de este año, las erogaciones aumentaron 11.5%, respecto al mismo lapso en el año anterior. En ese mismo periodo, los ingresos petroleros cayeron 40.5%. 

 
El autor es presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex)
 
Amigos de Coparmex:
 
Los saludo con gusto y deseo tengan un buen inicio de semana junto con sus familias y colaboradores en las empresas.
Una vez pasadas las elecciones, Coparmex hace un llamado a todos los actores, a sumar esfuerzos para detonar el crecimiento de nuestra economía, resguardando sus indicadores fundamentales.  El contexto internacional hace apremiante generar una estrategia en común, escuchando las propuestas de la sociedad civil.
 
Sin duda, México posee fortalezas macroeconómicas importantes que lo han hecho atractivo a la inversión en todo el mundo.  Aunque la economía se ha desacelerado, los pronósticos de crecimiento para este año -tanto del Banco de México como del propio Fondo Monetario Internacional- superan el 2.1 % que alcanzamos en el  2014. Además, México cuenta con reservas internacionales por más de 190 mil millones de dólares, una línea de crédito flexible con el FMI de alrededor 70 mil millones de dólares, y un nivel de inflación inferior al 3%. Esas son fortalezas que tenemos.
 
Por otra parte, internamente es importante reconocer la aprobación de las reformas estructurales, aunque aún hay un largo camino por delante para asegurar su implementación en beneficio de las familias mexicanas.  La reforma energética comienza ya a dar sus primeros pasos, con los contratos adjudicados recientemente en la Ronda 1 de hidrocarburos, que detonarán inversiones por 2,600 millones de dólares. Este beneficio será palpable para las familias en la medida que se asegure un mayor contenido nacional dentro del encadenamiento productivo, y los resultados de las consecuentes convocatorias de la Ronda 1. Es decir, que más pequeñas y medianas empresas puedan convertirse en proveedoras de bienes y servicios en estos nuevos proyectos y, así, puedan generar más empleo y oportunidades para las personas.
 
Sin embargo, no es momento para frenar la marcha. Por un lado, hay factores externos frente a los cuales debemos estar preparados, dado que México es una economía emergente. Por ejemplo, el anuncio de la Reserva Federal de los Estados Unidos sobre la esperada  subida en las tasas de interés, la crisis en Grecia, o la desaceleración económica de China. Cualquiera de estos factores podría traer un impacto mayor sobre el tipo de cambio y sobre el nivel de inversión en manos de residentes extranjeros en México, que asciende a 2.3 billones de pesos (ó 146 mil millones de dólares), el cual podría reducirse si los inversionistas consideraran que el riesgo de invertir en México aumentará.
 
Por otro lado, existen también factores internos que representan grandes retos en materia económica.
 
En primer lugar, debemos mencionar los niveles de deuda, ya que tan sólo los Requerimientos Financieros del Sector Público representan el 41.8%, cuando antes, en 2013, representaban el 39%. Si a esto le sumamos los pasivos ­laborales y pensiones, el nivel se eleva a más del 100%; lo cual obliga a tomar medidas para evitar episodios de crisis.
 
Por otra parte, debemos cuidar el nivel del gasto, ya que a pesar del recorte anunciado para 2015 y después 2016, entre enero y mayo de este año, las erogaciones aumentaron 11.5%, respecto al mismo lapso en el año anterior. En ese mismo periodo, los ingresos petroleros cayeron 40.5%. 
 
Son las familias y las empresas quienes están sosteniendo ese nivel de gasto con sus impuestos. La recaudación por Impuesto Sobre la Renta, por ejemplo, creció 24.5%, entre enero y mayo, y la recaudación por concepto de IEPS fue 3.4 veces mayor a la del mismo lapso en el 2014.
 
Los hogares mexicanos han resentido estos cambios económicos. Entre 2012 y 2014, los ingresos de las familias disminuyeron un 3.2%, según la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares que acaba de publicar el INEGI.
 
Por otra parte, aunque el crecimiento de la construcción se ha podido recuperar, según datos de enero- mayo, la actividad industrial en general se encuentra estancada mostrando un débil avance de 0.9%. 
 
Por todo esto, en Coparmex estamos dialogando con el Gobierno Federal para buscar estrategias conjuntas que nos permitan fortalecer nuestro mercado interno y potenciar las empresas y el empleo, además del ahorro. 
 
Porque sabemos que es sólo a través de la generación de valor que se produce en la actividad empresarial, en la iniciativa de los particulares, que puede crecer la economía y así alcanzar mayor bienestar para las personas.
 
En el sector privado, insistimos en la necesidad de establecer incentivos fiscales que detonen la inversión productiva, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas, las cuales generan la mayor parte de los empleos del país. Así, impactaríamos directamente en el fortalecimiento del empleo. 
 
La experiencia internacional muestra que para crecer a un mayor ritmo se necesitan niveles de inversión cercanas al 30% del PIB y en México apenas alcanza, la inversión, un 21% del mismo.  
 
Aunado a lo anterior, con la finalidad de fortalecer y reactivar al mercado interno, es necesario dar un mayor acceso al financiamiento a las pequeñas y medianas empresas. Hay que reconocer que ha venido creciendo el crédito, pero aún no es suficiente. Viene de épocas donde prácticamente no teníamos crédito para la pequeña empresa. Por eso es importante horizontalizar y profundizar en las medidas que sean necesarias para el crédito en pequeña y mediana empresa. Y seguir insistiendo en una política de desregulación para facilitar, no solamente la apertura sino la permanencia de las empresas, la gestión de las mismas. Para despresionar en su carga de gestión y poder entonces, que las empresas tengan la oportunidad de buscar mercados, nuevos productos, crecer y generar empleos; propiciando generar cadenas productivas en donde se compita por el valor agregado y no únicamente por los menores costos.
 
Al mismo tiempo, instamos al Gobierno a salvaguardar los fundamentales de la economía, a gastar en forma eficiente, a reducir el déficit y a no endeudarse, atendiendo los problemas prioritarios de los mexicanos, y cuidando así el patrimonio de las generaciones futuras. Esa ha sido la fortaleza de nuestra economía en los últimos 25 años y siempre seguirá siendo nuestro mejor factor de competitividad global. 
 
Por último, consideramos fundamental emprender acciones que fortalezcan el Estado de Derecho y aumenten la confianza en las instituciones. Todo ello, contribuirá a dar certidumbre a la inversión nacional y extranjera, a fin de crear los empleos que el país necesita y que la sociedad demanda para aumentar su nivel de bienestar.
 
No hay que olvidar el ahorro. También es necesario implementar medidas para que se fortalezca la economía a través del ahorro de los mexicanos. Incentivos fiscales, desregulación, ahorro, empleo, inversión, para fortalecer nuestra economía y el bienestar. 
 
Les deseo una excelente semana para ustedes y sus colaboradores.
 
Act. Juan Pablo Castañón Castañón
Presidente Nacional de Coparmex
Foto: Especial.