Reciban un fuerte abrazo, y mis mejores deseos
Estimados amigos: quisiera decirles mucho, pero seré breve: les envío un fuerte abrazo y mis mejores deseos, en esta noche de año viejo.
Comencemos, en nosotros mismos, el gran cambio que anhelamos.
El 2014 ya se va. Gracias a Dios, llegamos a este momento. Estrechemos lazos con la gente que nos quiere y pensemos de qué manera podemos retribuirles todo ese cariño, en el año que empieza.
Pensemos, también, en todos aquellos que están enfermos, en su casa, o en un hospital. También, en quienes sacrifican el festejo para cumplir con su deber, como los médicos, las enfermeras, las trabajadoras sociales, el personal de seguridad, etcétera.
Brindemos, aunque no sea con una bebida alcohólica, por este México nuestro, que nos necesita. Demosle algo más que los esfuerzos diarios que le hemos ofrecido hasta la fecha. Nuestra nación no tiene a nadie más. Si nosotros no trabajamos más por ella, nadie más lo hará.
A todos, les envío un fuerte abrazo (pleno de gratitud y afecto), así como mis mejores deseos para los suyos.
Que el 2015 sea un año de verdadera superación espiritual y material.
¡Un abrazo!