Se consuma otra cínica traición a Pemex
21.10.2016 12:57
Vivimos -tristemente- en el país del cinismo. En nuestro pasado editorial pusimos como ejemplo lo que pasó con dos de los exgobernadores señalados como corruptos. Citamos parte de nuestras palabras.
Era más que obvio que los ex gobernadores Javier Duarte de Ochoa (de Veracruz) y Guillermo Padrés (de Sonora) se ocultarían en cuanto dejaran el poder, para evadir sus probables responsabilidades. Era obvio para todos, menos para el gobierno federal, que los dejó refugiarse en la clandestinidad.
Ayer tuvimos otra prueba, también muy dolorosa, del cinismo que rige al gobierno mexicano. Es el anuncio hecho por la Comisión Reguladora de Energía de la autorización para que empresas privadas empiecen a hacer negocio con la gasolina y el diésel, en territorio mexicano.
Los últimos cuatro párrafos del comunicado de prensa difundido ayer por la CRE son altamente reveladores de la traición oficial a Petróleos Mexicanos. Los transcribimos de manera textual:
El nuevo régimen de contratación desagregada permite a los usuarios adquirir gasolinas y diésel, y contratar de manera independiente a dicha adquisición, los servicios de transporte, almacenamiento, o cualquier otro adicional que requieran, ya sea con Pemex o con otras empresas.Esto implica una transición del régimen vigente de adquisición de gasolinas y diésel, en el que Pemex realiza ventas agregadas de productos y servicios, hacia uno de ventas desagregadas.Las personas que actualmente tienen contratos de suministro con Pemex deberán sustituir estos contratos, eligiendo libremente uno de VPM o uno de comercialización.La CRE estableció que los contratos no podrán estar condicionados a la suscripción o terminación de contratos de franquicia, a la contratación o adquisición exclusiva de servicios o productos Pemex, ni a restricciones o condiciones en la estructura accionaria de los clientes de Pemex.
Pemex -como se ha advertido desde muchos meses atrás en Periodismo Libre- fue privado de cualquier medio de defensa por el Ejecutivo Federal y el Poder Legislativo.
De esta manera se dio otra cínica puñalada por la espalda a Pemex y al país entero, cuyo propósito real es beneficiar a las trasnacionales del petróleo a costa de los recursos energético de México y de los bolsillos de los mexicanos.