Se deben atender elementos estructurales que las reformas no consideraron

11.06.2015 16:45
En términos generales, los resultados revelan que la desaceleración de la economía mexicana no responde únicamente a una breve coyuntura negativa, en realidad la tendencia y el ciclo del sector industrial, estratégico para la economía, indican que se trata de una problemática estructural.
 
El modesto desempeño de la industria estadounidense condiciona la evolución futura del aparato productivo mexicano. En Estados Unidos persiste una creciente debilidad económica, que al igual que en México, no tiene una perspectiva de solución en el corto plazo.
 
Una revisión a nivel estatal de la actividad industrial permite observar que ya desde febrero las entidades federativas resintieron los efectos de la debilidad de la norteamericana. Si este país continúa desacelerándose, la economía mexicana podría enfrentar problemas en el segundo semestre para alcanzar mayores tasas de crecimiento, la relación del mismo con los principales estados mexicanos así lo demuestra.
 
Lo descrito plantea un contexto de la industria mexicana susceptible a la actual fragilidad económica, que de no atenderse de manera inmediata, difícilmente presentará mejores resultados, al menos en el corto plazo.
 
Tener un mejor desempeño económico requiere la generación y aplicación de nuevos paradigmas y estrategias de medidas económicas, en particular de aquellas fuertemente vinculadas con los sectores productivos que son pilares del crecimiento, la inversión y la creación de empleo, con objetivos que a su vez incrementen la productividad y la competitividad.
 
Los cambios institucionales han abierto la posibilidad de que México adopte al desarrollo industrial como mecanismo para acelerar el crecimiento económico y con ello elevar el nivel de bienestar de su población. Particularmente, se realizó una modificación al Artículo 25 constitucional, en donde se reconoce al desarrollo industrial como uno de los mecanismos fundamentales para alcanzar un mayor  crecimiento económico. Lo cual se profundizó con la aprobación de la Ley para el Incremento Sostenido de la Productividad y la Competitividad de la Economía Nacional, en donde se establecen los fundamentos para potenciar el desarrollo industrial de México, a través de medidas de fomento económico con una orientación sectorial y regional.
 
No obstante, el marco constitucional no es suficiente, se debe establecer los instrumentos que harán factible su adecuada implementación y con los cuales se espera alcanzar los resultados prometidos. En el actual contexto de debilidad de la economía internacional y de escasa generación de crecimiento económico y desaceleración del sector industrial del país, es necesario fortalecer las políticas abocadas a impulsar el desarrollo de México. 
 
La reactivación de la economía nacional requiere atender elementos estructurales y de coyuntura, que las reformas constitucionales no consideraron. 
 
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