Sí: el país pende de un hilo

04.01.2017 00:16
 
El país pende de un hilo, debido a la crisis provocada por un sistema económico que roba y empobrece.
 
El descontento social, tras los gasolinazos, está más que justificado. La mayor parte de la sociedad se da cuenta de que el régimen le está confiscando cada vez más recursos vía las alzas a los combustibles y a la electricidad, así como a través de los impuestos.
 
¿Saben ustedes cuánto recibió Hacienda por el Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS) aplicado a los combustibles el año pasado? Más de 263 mil millones de pesos. ¿Y qué se hizo con ese dinero? Quién sabe. No hay una verdadera transparencia y una objetiva rendición de cuentas.
 
Los gasolinazos de año nuevo  han provocado alzas generalizadas de precios, porque cualquier bien o servicio necesita de la Magna o del Diésel. Por eso, la comida cuesta ya más cara. Y los choferes de camiones y camionetas de servicio público de pasajeros han empezado a hacer de las suyas. Aprovechan que cobran con la mano para encarecer el servicio.
 
Por lo demás, la estrategia de comunicación del gobierno es insolente e insultante. Atenta contra la inteligencia de las personas. La Comisión Federal de Electricidad anunció con bombo y platillo que sus tarifas de enero aumentarían sólo para la industria y el comercio, sin afectar al 99 por ciento de los usuarios, que son de bajo consumo.
 
Los señores del gobierno parecen no entender que los industriales y los comerciantes llevan varios meses de aumento en las tarifas eléctricas y que el gasolinazo de año nuevo les pegará todavía más. ¿Qué harán, tarde o temprano? ¡Aumentar precios al consumidor final!
 
Han llegado tan lejos (con la quiebra provocada a Petróleos Mexicanos) que aun los mismos empresarios le solicitan que impida el colapso definitivo de esta "empresa productiva del estado".
 
Periodismo Libre informó en nota por separado, este lunes 2 de enero, que la Confederación Patronal de la República Mexicana urgió al gobierno a apoyar a Pemex:
 
Señaló la importación de gasolinas alcanza ya el 60 por cientro del consumo nacional, debido a la limitada e ineficiente infraestructura de refinación del país, la cual opera por debajo del 60 por ciento de su capacidad.
 
Si logramos incrementar su eficiencia arriba del 90% (promedio de las refinerias del Golfo en los Estados Unidos), dejaríamos de importar petrolíferos equivalentes a $500 mdd mensuales, que al año representarían ahorros por  $6,000 mdd, aprox. $126,000 mdp, reduciendo la salida de divisas y generando más empleo y derrama económica en el país.
 
Subrayó la urgencia de acelerar la actualización de la infraestructura de refinación; así como la rápida apertura al sector privado para almacenamiento y transporte de gasolinas y diesel, y empezar a producir lo que actualmente se importa, y transportarlo a costos mas competitivos.
 
La Coparmex concluyó que "es paradójico que somos un importante país productor de crudo con una alta dependencia externa por la importación de gasolinas". 
 
En tanto, hoy nos enteramos que los ingresos de los bancos que operan en México, en su mayoría extranjeros, aumentaron 8.1 por ciento entre enero y noviembre del año pasado, cifra que contrasta con el 2 por ciento de crecimiento económico que se espera para el 2016.
 
Los anteriores dos ejemplos exhiben, con toda crudeza, a un gobierno traidor que se ha dedicado a entregar a México y a los mexicanos a los jefes del capitalismo salvaje, a cambio de gozar de prosperidad y honores temporales.