Combatir y erradicar el hambre en México “no es una utopía”.
Por: Redacción PL con información de la Cámara de Diputados.
Foto: Archivo PL | UNAM.
Sábado 8 de octubre de 2016.
CIUDAD DE MÉXICO.- Combatir y erradicar el hambre en México “no es una utopía, sino un problema pendiente que debe resolverse mediante inversión, productividad y competitividad” afirmó el diputado Hugo Cabrera Ruiz (PRI), presidente del Comité del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CCEDRSSA) de la Cámara de Diputados.
“Tenemos que inyectarle recursos al campo, porque en los últimos 20 años ha disminuido el presupuesto destinado a promover la competitividad, y no sólo desplegar programas asistenciales”, destacó.
En entrevista, el legislador por Querétaro apuntó que deben priorizarse programas enfocados a elevar la producción agropecuaria, sin dejar de atender a los sectores más pobres y marginados en un marco de solidaridad y justicia social; “no podemos tratar igual a los desiguales”, advirtió.
Resolver el hambre es un anhelo justo de la ciudadanía y se debe reconocer que ha faltado cumplir al cien por ciento este propósito, porque existen todavía zonas en todo el territorio nacional con pobreza alimentaria.
“Es una asignatura pendiente, como muchos problemas que exigen resolverse. El hambre, lamentablemente, es un rostro nada amable de la globalización”, además de que es un asunto de gobernabilidad que debe atenderse decididamente, porque los esquemas de comercialización, productividad y distribución no son equitativos; al final de cuentas son un amalgama de fenómenos por los cuales las familias más pobres y marginadas carecen de alimentos suficientes para subsistir, puntualizó.
Cabrera Ruiz descartó la falta de voluntad política en las diferentes administraciones federales para combatir ese flagelo en México. Se han canalizado muchos recursos al campo, pero sin lograr los objetivos deseados, porque tampoco su distribución ha estado ajena a la corrupción.
No obstante, siguen los esfuerzos, aunque insuficientes. “Hay que reconocerlo, y por eso prevalecen pobreza, marginación y desigualdad en las familias mexicanas”.
Un mecanismo para superar esos problemas, explicó, es negociar recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2017, en cuya propuesta sigue siendo alto el gasto corriente, es decir, el destinado a servicios personales y generales, en comparación con el desembolso para la inversión.
“Tenemos que inyectarle al campo nacional más recursos, no sólo para desplegar programas asistenciales, si no para colocarlo en el camino de la competitividad similar a la de los países desarrollados, que llevan muchos años de avance en este rubro.
El objetivo en el PEF es no dejar rezagado al sector agrario y reencauzar mayores fondos para alentar su productividad; por ello, en el seno de las comisiones estaremos atentos, con todo el interés y disposición para que los recursos canalizados al desarrollo rural y a la soberanía alimentaria sean suficientes para mejorar las condiciones de vida de las familias y eleven la producción agropecuaria.