- Educación media y superior ya no son garantes de ascenso económico.
- El 65 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 29 años deserta de la escuela.
- 36.9 por ciento de los jóvenes que dejaron la escuela fue por falta de dinero.
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de julio.- La deserción escolar, la disminución que registra México en su matrícula educativa y el hecho de que la educación media y superior hoy por hoy no sean garantes para encontrar un trabajo digno o ascender socioeconómicamente, son algunos de los factores que influyen entre la juventud para que se cree una relación entre falta de oportunidades y su incidencia en el incremento de delitos.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la desocupación a nivel global afecta principalmente a la juventud y si a ello se agrega que en México, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la deserción es de 65 por ciento entre los jóvenes de 15 y 29 años, el panorama se complica, sobre todo si lo correlacionamos con otro datos tales como la matricula educativa, que apenas llega al 53 por ciento de su capacidad cuando en otros países miembros de dicho organismo la media es de 84 por ciento.
En ese contexto, una de las situaciones más apremiantes es el porcentaje de “ninis”, cuya cifra no ha variado en la última década ya que los jóvenes sin educación ni empleo no bajan del 22 por ciento, según el documento “Panorama de la Educación 2014”, de la OCDE.

Entre otros aspectos que rescata el autor del texto, Luis Ángel Bellota, se encuentra que hasta el año 2000, los crímenes relacionados con el narcotráfico solían ser obra de quienes eran hijos, parientes o colaboradores cercanos de los grandes capos; aquellos que estaban en la segunda línea de mando de las grandes ligas criminales. Años después, conforme se intensificó la guerra entre narcotraficantes y el Estado y se vio en la necesidad de ocupar al Ejército en labores de seguridad, resultó evidente la creciente participación de hombres jóvenes en el crimen organizado.
Al autor destaca un texto de José Merino que contiene cifras relevantes, como que el 12 por ciento de los hombres jóvenes asesinados no tenían la primaria, mientras que el 32 por ciento no alcanzó la secundaria; en contraste, los que cursaron estudios universitarios no representaban ni el 4 por ciento de las víctimas. A mayor educación menos presencia en las cifras de homicidios por arma de fuego.16 Las personas con bajo nivel escolar son 17 por ciento de la población masculina entre 18 y 25 años, no obstante representan el 44 por ciento de los homicidios registrados.
En la Encuesta Nacional de la Juventud 2005 y 2010 se dice que un tercio de los jóvenes que abandonan sus estudios lo hacen por razones económicas. El dato aparece de nuevo en la Encuesta de Nacional de Deserción en la Educación Media Superior 2012; el 36.9 por ciento de los encuestados respondieron haber dejado la escuela porque “faltaba dinero en el hogar” para cubrir los gastos de los pasajes, los útiles o la inscripción.
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Foto superior: Pixabay.
Foto inferior: Cámara de Diputados..